Buffff......que pesadilla. ¿Hay algo peor que estudiar para un examen horrible? Porque lo horrible de los exámenes no son los exámenes en si, sino estudiar para ello. Seguro que muchos ya os habíais dado cuenta de esto pero hay diferencias sustanciales entre estudiar sola o acompañada.
Y esto es algo que los estudiantes de letras nunca llegarán a comprender del todo. He oído a gente decir que estudiando con amigos se distrae y no le cunde, que yendo a la Discoteca General (Biblioteca General para algunos) se entretiene mirando a las guarras que por allí pululan con sus modelitos a juego con los folios de colores de sus apuntes. Señores, para un estudiante de ingeniería es cuestión de supervivencia estudiar con gente.
Es como dejar a un encargado de cuidar el rebaño cuando os vais a colocar de setitas y demás plantitas misericordiosas. Alguien que vigile que no te vas a tirar por la ventana creyendo que abajo hay un mar de mousse de chocolate.
Bueno, cuando estudias Tipos Abstractos de Datos NECESITAS que alguien te impida tirarte por la ventana, aunque lo haga para no quedarse a solas con los apuntes. Y es en estas sesiones donde se pone a prueba la verdadera amistad.
No hay amistad más duradera que aquella forjada por horas y horas de compartir horrores y pensamientos suicidas. Te das cuenta que tu amigo te necesita tanto como tú a él; que si no os tuviéseis, hace años que estaríais adornando la acera con las tripas. No hay nada que rompa una amistad que ha soportado las más cruentas peleas sobre quién ha hecho bien el RamaLarga de un árbol n-ario.
Pero, como todo en esta vida, hay compañeros de estudio y compañeros de estudio. A saber:
- El Pesado. Oh sí, el Pesado. Ningún otro podría encabezar la lista. El Pesado es ese que cuando te estás tomando un café para retrasar lo inevitable mira desaprobadoramente su reloj como si éste tuviese la culpa de que pasara el tiempo. El Pesado es ese que cuando desvías tu mente hacia alegres prados donde retozan perritos felices, te arranca de tu bucólico retiro con mirada juzgadora o frases del tipo: "Kibilillaaaaa.....¡¡ESTUDIAAAA!!".
El Pesado es ese al que nunca quieres llamar para estudiar pero al que siempre acabas llamando porque sabes que sin él los perritos retozadores se apoderarían de tu mente y te harían lamerte el culo o rascarte detrás de la oreja. Siempre lo llamas en un acto de responsabilidad inhumana y a medida que se acerca la hora de verlo te seduce más la idea de comprobar si la calle está hecha de mousse de chocolate.
- El Cabezota. Aunque todos tenemos un pequeño Cabezota en nuestro interior, el Cabezota es aquél que, le preguntes lo que le preguntes, siempre tiene razón. JAMÁS reconocerá que lo que te ha dicho se lo acaba de inventar, o que lo que tú dices tiene más sentido.
El Cabezota es un ser peligroso que juega con tu ignorancia y te hace aprenderte las cosas mal. Luego, cuando vas a revisión con tu código de valores totalmente equivocado, el Pellejoso León no sólo se ríe de tí sino que apunta tu nombre para reírse en convocatorias posteriores y, a veces, en generaciones posteriores.
- El Superdotado. Seguro que todos conocemos a alguno de estos. Normalmente son todos los que no eres tú y siempre SIEMPRE tiene ideas megaingeniosas y chachilógicas para resolver los mini-infiernos que son cada apartado de un examen. Es el típico tío que nunca estudia nada (o eso dice) pero que es capaz darte cien vueltas en cuanto a deducción lógica.
A veces es útil estudiar con el Superdotado porque te da los ejercicios resueltos y si los memorizas puede que apruebes. Pero normalmente solo consigue que te hundas en tu agonía particular y decidas tirarte por la ventana y no presentarte al examen (no necesariamente en ese orden).
- El Pegao. A veces pasa. A veces estudias con alguien que está más pegado que tú o que tiene la capacidad lógica de una gallina. Aunque es increíblemente bueno para el ego, estudiar con el Pegao casi siempre resulta contraproducente.
Pierdes tu tiempo en explicarle cosas básicas y pierdes la vida en explicarle cosas complicadas. Al final, tu ego engorda tanto que aparta el Miedo y dejas de concentrarte en estudiar los ejercicios difíciles. Como el Pegao sí que tiene el Miedo, suele aprobar cuando tú suspendes.
- El Vago. Estudiar con el Vago es súperdivertido. Siempre se le ocurren mejores formas de pasar el tiempo, como tomarse un cafelito, sacarse las pelotillas de mierda entre los dedos de los pies, revisar el tamaño de sus uñas clavándolas en una infeliz goma o simplemente contando a cuantas tías se les ve el culo al sentarse en la Discoteca General. Lo malo es que siempre te arrastra en sus divertidas alternativas a estudiar.
Porque eres débil. Nadie estudia Análisis y Diseño de Algoritmos por propia voluntad, o por lo menos, nadie lo hace teniendo una alternativa mejor o más días. El Vago es el causante de que nos hagamos la misma promesa una y otra y otra vez: "Mañana me pongo dos horas antes y hago lo que no he hecho hoy". El Vago es el causante de que en la siguiente convocatoria tengas que llamar al Pesado para que alguien te obligue a estudiar.
-El Hombre Tortuga. Y por último tenemos al Hombre Tortuga, que aunque es un individuo en particular se merece una categoría aparte.
El Hombre Tortuga es uno de esos freak (que no friki) de la facultad que todos conocemos. Uno de esos en los que te fijas el primer día y del que nunca aprendes el nombre.
La pobre alma del cielo es un tipo calvo, pequeño, con unas gafas de pasta donde podría aterrizar el Airbus de los Diminutos y una cabeza que le sale de la mitad del pecho. No hay lugar a confusiones, todos los veteranos de informática sabemos de quién hablo.
El Hombre Tortuga se te pega, y te habla. Te habla cuando nunca has cruzado con él ni una mirada y normalmente intenta mantener una conversación estúpida contigo midiendo sus palabras como si fueses un terrorista con un montón de dinamita pegada al cuerpo.
A veces simplemente se sienta al lado tuya sin mediar palabra y comienza a hablar solo. Hace preguntas al aire y responde como si el aire le hubiese contestado y cuando ha terminado de "estudiar" se levanta y te dice un "Hasta luego" como si tú fueses el aire que le ha contestado.
Cuando el Hombre Tortuga te pone la mirada encima, más te vale guardar las neuronas en lugar seguro para que ninguna se vea afectada.
Y esto es todo. El mundo de los compañeros de estudio es intrincado y complicado. La más sólida de las amistades se ha tambaleado ante el estrés del estudio. Pero es que no podemos hacerlo solos, la soledad es demasiado horrible y la alternativa es meterse en Periodismo.
Debemos apoyarnos unos a otros, tratar de absorber todo el conocimiento de nuestro alredor de forma desesperada, aunque esto suponga sabernos el nombre de los Mechas de más de 15 toneladas que hay en Mech Warrior.
Porque para un ingeniero no se trata de aprobar o suspender, se trata de vivir o morir. Porque sólo alguien que ha estado a solas ante Métodos Numéricos sabe lo que es el MIEDO.
Soy una enana, y como enana tengo mis debilidades. Muchos han especulado sobre la debilidad común de mi raza pero lo cierto es que a cada uno le da por una cosa.
Los hay con miedo a los botes, con debilidad hacia los elfos y, en mi caso, con fobia a todo bicho con más de cuatro patas.
Igual os sorprende que una enana hecha y derecha como yo chille como una elfa ante la sola visión de una araña. Yo, que rebano apéndices mientras canto el opening de Heidi y me río a carcajadas cuando descubro que el Gordo que me cae mal ha colgado su foto en "sexy o no".
Es inevitable en esta vida toparse con los bichos, y más cuando vives bajo tierra. Pero Mahal bendiga a los inventores de los insecticidas y las lámparas fríe-bichos. Aquí en la posada, cuando me encuentro un bicho llamo a Petu mientras me protejo con mi campo AT particular (sabanas, mantas, puertas... y cuando no encuentro nada simplemente me tapo los ojos para no saber cuándo me tocará el bicho y no sufrir). Petu es la hobbit más valiente que he conocido nunca, capaz de aplastar arañas del tamaño de una patata con sus manos desnudas. Podría decirse que es el Superman de los bichofóbicos, sólo que con los calzoncillos por dentro y sin vestir con colores que se ven desde el espacio.
Con el paso del tiempo aprendes a vivir con tu miedo. El miedo es útil. El miedo te hace mirar en los zapatos antes de ponértelos, o desarmar la cama entera antes de meterte en ella. Yo lo alimento con mis fobias y él se activa para evitar cualqueir contacto innecesario con seres de más de cuatro patas.
Aprendes a hacer activiades cotidianas como ducharte a pesar del miedo que te da encontrarte un bicho por detrás del vater (que debe ser el Benidorm de los bichos, porque en verano siempre está lleno).
Y eso es lo que estaba haciendo: duchándome. Pero no sólo duchándome, estaba duchándome SIN GAFAS. Oh sí, todos los miopes del mundo me comprenden. Todos sabemos lo que es vivir en un mundo borroso y de formas confusas. Desarrollamos el resto de los sentidos para poder orientarnos en nuestro mundo particular de bultos; yo, por ejemplo, soy capaz de identificar de lo que está hecha una comida solo por el olor.
En fin, como decía, me estaba duchando sin gafas y todo iba bien. Pero me dio por fijarme en un Bulto No Identificado que desde mi mundo de formas difusas parecía una mancha de humedad.
"Vaya, una mancha de humedad nueva en las cortinas", me dije, y me acerqué lo necesario para enfocarla bien. Y a no ser que las manchas de humedad fuesen marrones, ovaladas, con seis patas y dos antenas, aquello no era una mancha de humedad. Aunque lo que realmente me convencio es que saliese corriendo en cuanto sus pelillos laterales sintieron mi presencia.
Me bloqueé. En momentos de verdadero pánico uno comprueba de lo que está hecho. Y yo debo de estar hecha de gelatina porque me puse a gritar como una nena y salí por patas de la ducha (con el consecuente golpe en la cabeza mientras se peleaba con mi brazo a ver quién era más rápido en abrir la puerta). Me encontré en medio de la buhardilla, desnuda, con un gorro de ducha y un chichón en la frente mientras mi padre, mi madre y mi hermana (que no tenia otro dia para venir de visita) me miraban como si hubiese huído de Ella-Laraña mientras se comía a Frodo.
Y bueno, ya se sabe lo valiente que son todos los demás ante una persona desnuda con miedo a los bichos. "Pero si eso no hace nada" decía mi padre, "Pero si yo he visto abejas del tamaño de un colibrí en mi campo" (que probablemente lo que vió fue un colibrí) decía mi hermana, "Pero que celulitis has echado", decía mi madre.
Sí, muy valientes todos. Pero allí ninguno se atrevió a matar la cucaracha de un zapatazo. Que guay es hacerse los valientes cuando no te encuentras una cucaracha estando desnudo y cuando te has agenciado el bote de Cucal. Encima el jodido bicho no se moría con el Cucal ¿alguien sabe cómo se supone que mata la cosa esa? Porque mi hermana no hacía más que decir que las cucarachas sobreviven a holocaustos nucleares. Bueno, aquella no sobrevivió pero para mí que se murió de vieja y el Cucal no tuvo nada que ver....
Y eso es todo. Ya conocéis mi debilidad. Tuve que terminar de ducharme en el cuarto de baño de mis padres, pero antes me puse las lentillas y revisé concienzudamente la zona. Por supuesto no pienso entrar en mi baño hasta dentro de una semana cuando toda su posible descendencia haya muerto de vieja.
Vaya, no hace nada reabrimos la posada tras "Volver por vacaciones" y nos encontramos que han vuelto a pintorrejear las Letrinas. Con el trabajo que le costó a Nobs arrancar con sus manos desnudas todas las frases surrealistas de detrás de las puertas del tipo "Chuck Norris tiene tres rodillas en cada pierna" o "Estudiando se aprueba".
En esta ocasión se trata de una pintada de Sirenita, que para quienes no lo recuerden es la profesora de secundaria que viene a la posada a ahogar las penas y a contarnos de primera mano el comportamiento morlock en su ambiente más puro.
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Después de la Guerra de los Morlocks creía que lo había visto todo Pero no. Lo que tiene la ESO es que te puedes pasar el día jodiendo a toda la humanidad sin que eso implique suspender las asignaturas, y en caso de que eso ocurriese, siempre puedes acudir a numerosas técnicas de revisión o de reclamaciones por escrito, así que no pasa nada.
6 de Septiembre. Día de reclamaciones para los exámenes de septiembre y día de matriculación extraordinaria. Antes de nada, aclararé que los exámenes de septiembre de la ESO no tienen nada que ver con cualquier otro tipo de exámenes de septiembre. La madre de un alumno de primero de ESO pregunta por mí. En primer lugar, reviso mi Cuaderno del Profesor: Morlock nº 148 de 1º D: nota de la 1ª evaluación, 3; nota de la 2ª evaluación, 3; nota de junio, 4; en septiembre, no presentado. ¿Qué coño hace la madre de éste preguntando por mí? Voy a averiguarlo, por curiosidad, más que nada.
La madre, con cara de pena y un casco de moto en el codo, me explica que su amado y buen hijo ha suspendido tres, a saber, Lengua, Música y Educación Física (pienso que debería darle la enhorabuena, su hijo ha batido el récord de inútil), y que por lo tanto va a repetir curso. Claro, le digo yo. Me explica que a su hijo no le conviene repetir curso, porque ya ha repetido sexto de primaria y entonces iba a ser dos años mayor que el resto de sus compañeros y se iban a meter con él. A continuación viene la frase más temida a la vez que esperada: Es que si usted le aprueba ya sólo le quedan dos y puede pasar de curso.
Antecedentes: ayer por la tarde, al recoger las notas, el niño montó una escena de llanto ante su tutora y ante el jefe de estudios, quien le dijo a la madre que si ella no se había responsabilizado de la educación de su hijo durante todo el curso pues que acatara las consecuencias. Esta mañana, antes de hablar conmigo, la madre ya ha hablado con el profesor de Educación Física, única asignatura a cuyo examen de septiembre se ha presentado el niño, y que por supuesto ha suspendido. A continuación ha puesto una reclamación por escrito, y entonces ha preguntado por mí.
Después de una exposición sobre Motivos por los cuales no me sale de los ovarios aprobar a su hijo, y de treinta minutos de debate sobre el tema, la madre me explicaba que su hijo era buenísimo, y que si había suspendido era por culpa de ella, porque era demasiado pobre para comprarle el libro, y claro, sin libro ella misma le dijo que era mejor que no se presentase al examen de septiembre; entonces yo le explico, otra vez, que realmente su hijo podría haber aprobado a pesar de no tener libro si hubiese atendido en clase en lugar de pasarse el día de mesa en mesa y molestando con preguntas del tipo ¿Cómo podía componer Mozart si era ciego? o ¿Es verdad que a Mozart lo mató un monstruo? o ¿Viste anoche Gran Hermano?, y por simple curiosidad, le pregunto que por qué no le ha pedido un libro a algún compañero para estudiar en verano. Respuesta textual: Se lo pidió a un niño, pero no se lo quiso prestar ¡¡¿Y por qué coño no se lo pidió a otro?!!
Tras el debate, y al comprender la madre que por ahí no iba a ningún lado, ésta pasó al plan B: ¿Y no podría usted hacerle otro examen ahora?. En ese momento pensé: 6 de septiembre, mi último día en este instituto, a 120 km de mi casa NO. Y la madre pasó al plan C: ¿Y no podría usted convencer a los demás profesores para repetir la junta de evaluación y reconsiderar el que repita?. No recuerdo qué contesté.
Después de 45 minutos de conversación surrealista, y de un montón de por favor, denle otra oportunidad a mi hijo, me puse de pie y le dije: mire, señora; en primer lugar no pienso aprobar a su hijo; en segundo lugar, aunque yo le aprobase, eso no significaría que pasase de curso, porque esa decisión debe tomarla el equipo educativo; en tercer lugar, el que un alumno repita o no no depende de mí, sino de todos sus profesores; en cuarto lugar, no va a haber otra evaluación puesto que ya ha habido una en diciembre, otra en abril, otra en junio y otra en septiembre; y por último, mi opinión es que su hijo no tiene madurez para estar en segundo y debe repetir primero. Así que ahora déjeme en paz y ponga si quiere otra reclamación explicando todo lo que me ha contado a mí.
Cuando llegué a la sala de profesores la mujer estaba poniendo otra reclamación por escrito.
Y yo me pregunto: ¿soy yo el cervatillo cagando o el león? ¿Se puede tener más cara en esta vida? Vergüenza ajena es lo que me da. En fin, voy a ver a qué instituto de Andalucía tendré que ir mañana.
Hola amigos. Hoy hablaremos de la subclase Neofriki, heredera de la superclase Friki.
Sin duda no soy la única que se ha dado cuenta de la cantidad de frikis que proliferan en la sociedad como si fuesen condensadores en torno al micro. Pero hay algo en ellos, algo extraño, algo que hace que no les tengamos simpatía.
Para empezar, se molan. ¿Cuando ha habido un friki que se mole? Un friki no se mola, un friki se da asco a sí mismo. Un friki ha sufrido años de rechazo social y está a gradecido al mundo si no le apedrean cuando muestra sus facetas frikis.
En cambio esta subclase de Neofrikis son guays. Tienen amigos igual de guays y sus disfraces no tienen por qué ser exactos al original con tal de lucir tipito. ¡TIPITO! ¡NO SE DISFRAZAN COMO EL ORIGINAL!
Por otra parte, estos neofrikis se asocian. ¡EN ASOCIACIONES! Un friki no se asocia, un friki es por definicion ASOCIAL. Un friki no organiza eventos solo para demostrar a sus demas amiguitos lo mucho que molan. Un friki nisiquiera tiene amiguitos.
Los eventos frikis son organizados por las tiendas y empresas que quieren vendernos cosas. Nosotros simplemente nos apiñamos alrededor de los productos frikis en una fiebre consumista que nos hace perder la cabeza y mantenernos en un anormal ambiente amigable entre nosostros.
El fin de semana pasado fumios a un Salón de Anime que se organizaba en el Rincón de la Victoria. Aquello no era un salón, era una Carpa de Anime. Y por carpa me refiero a un pedazo de lona que protegia del sol más o menos unos 20 metros cuadrados de superficie y estaba colocado SOBRE ARENA DE LA PLAYA. Allí había un montón de neofrikis y los organizadores llevaban megafonos...... La "sala" de proyecciones estaba habilitada en un rincon de la carpa separada del resto por un monton de malla metálica y demás material de obra y había una única tienda que vendía camisetas "frikis". Alguien debería decirles que Lost no es friki...
Fue entrar y salir, como los geos. No duramos ni más de 5 minutos y para desquitarnos nos fuimos a Confederación a gastarnos dinero como se hace en todo Salón de Anime que se precie. Al llegar a mi casa busqué la página de los organizadores para ver que clase de personas podían montar una Carpa de Anime y he aquí el video de ellos que encontré.
Se molan. No hay más que verlo. Esa es la única explicación para que alguien fuese a un Ayuntamiento vestido de Mazinkaiser. Y mucho se tienen que molar si dicen que los frikis ni se drogan, ni fuman ni beben.
Vamos a ver ¿de donde ha podido salir entonces Fanhunter si no es de una raya de coca?
Esta gente nos da mala imagen. Me avergüenzo de ser friki y me pregunto por qué Peter Pan le ha pegado a Link y se ha quedado con su escudo y su espada. Vamos a ver: NO se va disfrazado a un Ayuntamiento. Queremos que la gente no nos apedree por la calle, queremos que nos dejen en paz.
Somos discretos, sólo nos disfrazamos en ocasiones especiales: estrenos, salones y Halloween. Nosotros no vamos disfrazados por la calle sin ninguna razón y ellos no nos apedrean. Fácil. Es un pacto hecho hace milenios.
Además ¿a nadie le extraña que detraás de Mazinkaiser haya un *tos*Solid Snake*tos* con una metralleta? ¿A nadie le parece que esté reivindicando la liberación de Pikachu y el acercamiento de los presos políticos de Hyrule?
Igual ese es su propósito desde el principio. Igual la concejala estaba haciendo esas declaraciones bajo coacción. No hay más que ver el aspecto peligroso de esa zanpakutoh de cartulina y aluminio. Esa cosa podría darte en un ojo.
Debe ser eso. Yo desde luego diría todo lo que me pidiesen si me ponen a un tio con una máscara de cartulina de un Hollow al lado. Escalofriante.
Estamos ante la toma del gobierno terrestre por parte de los neofrikis.....¡¡TEMBLAD!!