El Poney Pisador

Gafe-Kazhad

Amados seguidores del Poney Gordo, amigos, admiradores y enemigos. Estáis de enhorabuena. Porque está aconteciendo lo que todos deseábais con fervor: me he gafado.

Y no es ninguna broma. Yo hasta hace quince días estaba convencida que eso de ser gafe no es más que un montón de desafortunadas coincidencias. Pero ahora que lo vivo en mis propias carnes, ni la más absoluta de las estadísticas, ni la recta de regresión mejor trazada puede explicar como es posible acumular tanta mala suerte en una sola persona.

No es que normalmente disfrutase de eso que se llama suerte. Quién me haya visto tirar los dados en cualquier partida de rol sabe a lo que me refiero. Podríamos decir que estos casos, asiladamente, forman parte de mi suerte habitual. Pero tenerlos tan seguidos y con tan mala leche deja poco lugar a dudas.

Para empezar, la semana pasada comenzó con una pobre perrita moribunda. No me extenderé aquí, el tema todavía me llega. El martes siguió al lunes y la pobre perrita moribunda estaba tan moribundita que tuve que tomar una de esas árduas decisiones que te marcan para toda la vida. Y fue en la mesa de un veterinario cuando me despedí de ella mientras le ponían la inyección definitiva.

Cualquiera podría haber pensado que un día tan sumamente horrible una se metería en la cama a esperar que todo pasase. Pero justo al día siguiente tenía un flamante examen de Lógica para la Computación que me estudie como pude entre lágrimas y sorbos de café. Para colmo ese día estuvo aderezado con comentarios hirientes hacia la pobre memoria de mi recién difunta perrita por parte de un individuo cuyo nick había buscado en el diccionario de rimas de la palabra polla. No diré más.

Al día siguiente hice mi examen....aún con el estómago encogido del mal rato del día anterior. Y cuando volví a mi casa deseosa de evadirme un poco me encuentro con un montón de puteos hacia mi persona (y mi perrita) por un post que escribí cuando me hicieron la pirula el día que iba a entrar a trabajar de camarera.

Bueno, hasta aquí más o menos es mi suerte habitual. Muchas desgracias juntas, hechos circunstanciales que calan más cuando vienen en el peor momento y poco más. Pero llegó el viernes y decidí sacar la cabeza de mi casa donde todo olía a perrita y a insultos y me fui al centro a tomarme algo.

Y fue en el bar Alikindoi (ahora vendrán indignados a decirme que modifique el post por mencionarlos) donde una amiga de lo ajeno me robó el bolso. Pero no cualquier bolso, mi bolso negro con un osito blanco enorme que trataba de poner carita de enfadado pero solo conseguía ser aún más mono. Así se lo describí más tarde al policía mientras ponía la denuncia pero me miró raro y se limitó a escribir "Bolso negro con osito blanco".

¿Y que había dentro de mi bolso? Lo normal de un bolso: DNI, llaves de la casa, del coche, tarjetas de crédito, carnet de socia de multitud de cosas, el dinero de la semana por dar clases de mates a niñas horribles y, por supuesto, mi movil.
¡MI MOVIL! Aquellos que no sepan el aprecio que le tenía a mi móvil deberían leerse ESTE post que le dediqué amorosamente. Sight, mi pobre móvil en manos de una morlack.

Y sé que es una morlack porque la muy tonta le cogió el móvil a mi padre (a la segunda que antes tuvo que averiguar como se hablaba) y por más que mi padre le rogó que al menos me devolviese las llaves, la muy petarda seguía negando que ese movil fuese robado. Así que estad atentos a toda morlack con un bolso negro con un osito blanco grande que pone cara de enfadado pero solo consigue ser aún más mono.

Nada, a cambiar la cerradura de mi casa, a cancelar la tarjeta de crédito, a cambiar la cerradura del coche, a pedir un duplicado de la tarjeta SIM y a encargarme de que la puta niñata de los cojones no pueda usar mi movil en toda su miserable vida. Bendito IMEI y su bloqueo de terminales a distancia.

Sí, que mala suerte, estaréis pensando. Pero es que la cosa no acaba aquí. Este viernes tengo el examen de estructuras de computadores que consta de una parte práctica y otra teórica. Hice aparte durante el curso la teoría y si la aprobaba me ahorraba de hacerla al final. Hoy han salido las notas y no sólo no he aprobado sino que soy la única que ha suspendido.

Obviamente he ido a hablar con el profesor y me ha dicho que ha aprobado mucha gente y que como mi examen ha sido el peor que ha decidido no bajar el listón para mí. No ha sido el peor examen, ha sido normal, lo que pasa es que en el anterior todo el mundo se copió (menos yo) y sacaron sobresaliente y ahora con éste la han cagado pero se hacía media. A mi la media no me ha dado y no me ha querido echar una mano a pesar de que seré una de los quince que han ido hasta el último día a clase. A joderse.

En fin, y esto es todo por ahora. No desesperéis porque esta racha de mala suerte no me matará. Eso sería demasiado bueno para mí y acabaría con mi sufirimiento. No, es más divertido arrancarme en la misma semana las pocas cosas que aprecio y no premiarme por ser honrada en un examen.

Bueno alegráos, amigos y enemigos, porque mis divertidas desdichas que tanto os gustan leer están ahora en alza. Tendré que escribirlas toda en el Poney Pisador....es lo único que me queda.

NOTA: Antes de darle al botón ENVIAR NOTICIA voy a guardar una copia de este texto en el portapapeles. Vaya a ser que por alguna razón misteriosa se me borre todo en el proceso.

Escrito por Kibil Nâla a las 30 de Enero 2006 a las 03:23 PM