El Poney Pisador

El Revisador que revise buen revisador será

¡¡HOLAAA!! Revisando mis constantes vitales me he dado cuenta de que ¡sigo viva! asi que me he dicho "¿Y si actualizo en el poney ya que resulta que consumo oxígeno?" e inspirada por los recientes acontecimientos en mi miserable vida (y azuzada por varias personas que mantendré en el anonimato) me he lanzado al pozo de las actualizaciones y he aquí lo que he encontrado. No seais duros conmigo, son muchos meses sin servir cervezas y a todo lo bueno se acostumbra una.

Es de extrañar que en una carrera como la nuestra, donde la diferencia entre el sexo anal y hacer un examen es meramente teórica, nunca hayamos dedicado unas lineas a esa maravillosa experiencia que es La Revisión.

Seguramente recordaréis a la Malvada Guarraqueta, enemiga acérrima del Tipos Team el cuatrimestre pasado y que derrotó a dos de sus tres miembros en cruenta batalla. Sin embargo, no contenta con petarnos el cácaro (con erótico resultado) en Tipos Abstractos de Datos, en el segundo cuatrimestre nos la volvimos a topar custodiando el aprobado de esa fantástica asignatura que es Análisis y Diseño de Algoritmos (ADA....madrina....).

Como este tema va del asunto de las revisiones no me extenderé en describiros las guañas que la Malvada Guarraqueta nos hizo en el examen para robarnos nuestro merecido aprobado. Entre ellas están el famoso Ataque de Sólo-Respondo-Dudas-Los-Primeros-Veinte-Minutos o la archiconocida estrategia de Preguntar-Lo-Que-No-Forma-Parte-Del-Temario.

Sin embargo me defendí como pude y medio contesté las tres preguntas del examen. En este punto hay que aclarar para los profanos es decir, todas aquellas personas que cursan asignaturas donde estudiar y aprobar guardan una relacion directa, lo que ocurre cuando se sale de un examen de esta Nuestra Facultad.

Lo primero y más significativo es la sensación de que te han abierto el culo pero no sabes ni cómo. Es como una especie de alarma anti-depredador instintiva similar a la que tienen los cervatillos y los conejos cuando están haciendo sus necesidades en mitad del campo. Algo no anda bien pero como racionalmente no sabes lo que es decides ignorar tus instintos.

Lo segundo es un aumento paulatino de las esperanzas de aprobar. La mente es una bastarda que recuerda lo que quiere recordar, como el dinero que te deben pero no el que debes tú. Y a medida que avanza el Tiempo se te va olvidando esa sensación de que la cagaste y aparecen frases tan conocidas como "No lo hice tan mal" o "Yo espero aprobar".

Lo tercero es enterarte de que han salido las notas. Aquí hay una lucha entre la sensación del cervatillo cagando en el campo y la de que te deben dinero. Te conviertes en una especie de cervatillo prestamista que no sabe si irse de ahi antes de que le lluevan las hostias o quedarse a cobrar lo que le deben. Como tarde o temprano te tendrás que enterar, pues te asomas al tablón:
Kibil Nâla la Escupeelfos ------------------------------------ SUSPENSO

¡PUTA! ¡¡PERO SI LO BORDÉ!! ¿Será zorra la tía? Seguro que me ha puesto mal la pregunta que me inventé a pesar de que mi razonamiento era perfectamente válido. Esta se va a cagar en revisión, vamos, se va a arrepentir de haber suspendido a todas las personas minimamente parecidas a mi.

Y allí que vas a apuntar febrilmente y entre maldiciones la fecha de la revisión. Los días previos ensayas delante del espejo multitud de variantes sobre lo que ocurrirá en revisión, y curiosamente en todas acabas tú riendo como la pulpo Úrsula de la Sirenita cuando le robó la corona al padre de Ariel.
Tienes vívidos sueños donde te deleitas viendo como la Guarraqueta arrastra sus pellejos por el suelo implorando clemencia y sosteniendo un examen donde se lee claramente "Kibil Nâla la Escupeelfos---------APROBADO" (Una es realista y hasta en los sueños sabe que no sacará más de un aprobado).
Incluso, en momentos de cruel realidad, elaboras estrategias de combate para poder abordar el problema y llegar al objetivo final.

En fin, el caso es que a la hora de la verdad, cuando te abren la puerta del despacho y sacan tu examen del montón de los exámenes infelices, te achantas y te vuelves a convertir en el cervatillo cagando en medio del campo que se ha dado cuenta de que el león pellejoso está mirándote con una servilleta a cuadros colgada del cuello desde el arbusto de al lado.

Y este fue mi caso. La Guarraqueta sacó mi examen y, para mi horror, empezó a leerlo en voz alta y señalando los fallos. Dios mio ¿de verdad fui capaz de poner eso? Joder, que cojones tengo, como se nota que no pensaba en la revisión cuando lo hice. La mujer leía algunas frases del tipo "Y como la complejidad recursiva es muy dificil de calcular, deducimos que la solución iterativa es mucho mejor, porque es más fácil...... por lo menos en este caso" y luego me miraba y me preguntaba qué había querido decir con eso.

En resumen, que yo lo único que quería era terminar de hacer mis necesidades y salir huyendo de alli. Y como parece que el camino más rápido era ser amable con el bonito y pellejoso león, pues ahí que estaba yo diciendole que tenia toda la razón por haberme suspendido y que poca vergüenza tiene la gente (la OTRA gente, se entiende) que van a revisión con la idea de avasallar y acusar falsamente al lindo lindo y pellejoso león.

Estúpida Guarraqueta. Hay que ser mal nacida para poner ese mierda de examen sacado de las profundidades del Infierno. Será zorra, suspenderme con lo bien que lo hice. Joder, no estaba tan mal, me podría haber aprobado si hubiese querido, eso es. Pero esta se acuerda de mi, se va a arrepentir de no haberme aprobado en junio y me suplicará que me conforme con la matrícula de honor en septiembre. Ja...ja......jajajajJAAAAAAAAAAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

NOTA: Esta es una historia falsa. La Malvada Guarraqueta es un personaje de ficción completamente inventado y no está inspirado en nadie que conozca. La situación no hace PARA NADA referencia a una revisión real ocurrida esta mañana. PARA NADA.