El Poney Pisador

Mala sangre

Yo soy una enana altamente familiarizada con todos los tipos de golpes. Cardenales, heridas, rajas, brechas, dolor de articulaciones y un sinfín de posibilidades más son fáciles de encontrar en mi cuerpo. Siempre me voy dando golpes contra las mesas, cayéndome por los sitios y cortándome con los folios de los apuntes.

Pero el colmo ha sido amputarme un cacho de dedo por culpa de mis tortugas. Yo no sé a quién se le ocurrió no incluir a las tortugas en la lista de animales de riesgo junto a los caimanes, las iguanas y los conejitos pero está claro q es ahí donde deberian estar.
El problema de las tortugas radica en q son unas guarras. Da igual cuantos filtros les pongas en el agua q todos te los atascan de mierda y tarde o temprano tienes q cambiarles el agua para q no cojan una infeccion ocular nadando en sus propios desechos. Como mis tortugas han aduirido un tamaño considerable, viven en un acuario también bastante grande y vaciarlo es poco menos q un coñazo.
Yo tengo el sistema depurado quitando todo lo quitable (filtro, tortugas, plataforma y calentador de agua) y trasladando a duras penas la pecera con agua hasta el vater y vaciarla alli. Pero el otro día no debía estar yo muy puesta q en pleno proceso de vaciado de mierda líquida (pq eso ya ha superado la categoría de agua sucia) sobre el vater se me resbalo la pecera y me cortó literalmente un trozo de dedo.

Fue uno de esos cortes q sueltan mucha sangre pero no te duelen demasiado asi q con toda la sangre fría del mundo empecé a buscar algo con qué curarme. Y aquí es donde empieza la historia. En mi cuarto de baño no había algodón, ni vendas ni nada de nada. Todo lo q encontré fue un bote de betadine caducado (el mismo q usé cuando me corte afeitandome las piernas).

Para cuando encontré el bote ya había puesto perdido de sangre todo el cuarto de baño y la escena era bastante grotesca: la pecera semivacia sobre el vater, todo perdido de mierda de tortuga, las tortugas en el lavabo y yo goteando sangre y salpicando todas las paredes. De hecho tuve un increíble impulso de mandarlo todo a la mierda y ponerme a escribir REDRUM por las paredes pero me contuve y bajé dos plantas hasta el cuarto de baño de mi hermana en busca de algodón.

Mi hermana era demasiado especial para tener algodón en los casos de emergencia asi q tuve q ir al cuarto de baño de mis padres donde todo lo q había era algodon desmaquillante y tiritas. Me limpie la herida pq con tanta sangre todavia no la habia visto y comprobe q me faltaba una superficie de mas o menos un centimetro cuadrado de piel y q eso no habia tirita en el mundo q lo parase.

Como pude me eche betadine caducado en la herida mordiendo un palo y aprete con el algodon desmaquillante para poder llamar a mi madre pa q me comprase vendas pq, obviamente, en todas estas situaciones estoy sola en mi casa. Para se momento había alcanzado un estado de histeria considerable.
Como el algodón decía q él de tapar nada y se me bozó a los pocos minutos tuve q coger el cubo de la fregona para desangrarme sobre él y no poner perdida aún más la casa.

Obviamente cuando una persona se está desangrando en el cubo de la fregona y ve como la mierda de tortuga ha empezado a invadir la buhardilla entra en un estado de semi histeria q en mi caso me hizo darle toques al Señor del Mal para q me llamara y pudiese despedirme de él entre lágrimas, por si mi madre no venía nunca.
Mi madre apareció a los tres cuartos de hora pq ya q estaba había aprovechado para hacer la compra de la semana y me regañó por haber manchado el cubo de la fregona. Cogi las vendas y me las lié como pude en el dedo cambiandolas cada cierto tiempo pq eso no paraba de sangrar.

Y esta es la historia de como casi muero desangrada sobre el cubo de la fregona e invadida por mierda de tortuga.
MORALEJA: No regaléis tortugas ni las cuidéis por muy monas q sean con sus caras de vieja. Son animales peligrosos.
NOTA: ¿Os habéis fijado en la enooooorme bolsa de nubes q sale detrás de mi dedo vendado? También estuve a punto de morir por culpa de ellas q me hicieron conocer EL MAL, pero esa es otra historia y deberá ser contada en otra ocasión.