13 de Septiembre 2007

Kibil Nâla contra Francia

gimli.gif ¡Hola a todo el mundo! Ante todo quiero aclarar que yo no soy el tipo de persona que odia porque sí y de forma irracional a una raza o nacionalidad en concreto. Creo firmemente que todo el mundo es un hijo de puta y que eso no tiene nada que ver con su nacionalidad, color de ojos u orientación sexual.

Sin embargo debo decir que en esta experiencia Erasmus y con esta mezcla de nacionalidades he aprendido que odio a los franceses. Igual esta es una afirmación bastante arriesgada porque no sé si odio a TODOS los franceses pero sí sé que odio a TODOS los que conozco.

El caso es que esto de Finlandia es un engaño. Los frikis asociales españoles llevamos años soñando con la Tierra Prometida en donde la gente es asocial y fría y cuando llegamos resulta que todos intenta desesperadamente relacionarse unos con otros y organizan grupos de trabajo hasta para cagar.

El colmo fue cuando nos llevaron al campo sobornados con comida gratis y nos pusieron a modo de team work a hacer mariconadas de pruebas donde uno se podía romper la crisma y todo para fomentar el trabajo en equipo. Servidora se ganó una bronca en inglés (con lo que me resbaló un poco) por negarse a arriesgar su culo por esa tontería.

Bueno, me desvío del tema. Pero es que por aquí la presión social es como la del instituto. De repente te encuentras con que no encajas si no estás dispuesto a ir de fiesta cada día o si emborracharte y follar no es tu prioridad número uno. Y ahí es donde entran mis franceses.

En mi jodida planta viven 7 jodidos franceses que son los más populares de la residencia y organizan juergas diarias en mi pasillo a las tantas de la madrugada. Y lo peor no es que sean populares y que estén siempre de fiesta, con los años una aprende a vivir con los niñatos haciendo botellón bajo su ventana. Lo peor es que deben de tener un gen para oler a los pringados porque he aprendido una nueva dimensión de vacío social.

Entro en la cocina cada mañana con un "Moooooorning" y los franceses pasan de mí y siguen hablando en su perfecto francés (que por cierto doy gracias por saber tantos insultos en tantos idiomas). Y cuando entra cualquiera de los otros guiris todos saludan afablemente y comienzan a hablar en inglés para que se entere el guiri popular.

No es que me importe no caerles bien pero, joder, disimulad. Yo disimulo que no quiero retorcer el cuello de la francesa con cara de vinagre y culo estrecho. Y también disimulo que no me molesta que estén en la cocina todo el santo día jugando a las cartas y hablando en francés haciendo imposible prepararse la cena o llevar a tus amigos no populares a usar la batidora.

Porque de eso se trata todo aquí, de ser popular. De ser el que más lleno tiene su saco de hormonas y el que se emborracha de forma más imaginativa. Así que frikis del mundo, sabed a lo que os exponéis si os váis de Erasmus. Resucitad los viejos temores del instituto y aprended otra vez a ocultar vuestras aficiones más geek. Algunos pocos afortunados podrán pasar desapercibidos entre la masa pero el resto tendrá que aguantar a una marabunta de franceses en su cocina comiéndose su comida y usando sus putos platos.

En el próximo episodio os hablaré de como son las clases en el país con mejor sistema educacional del mundo y de por qué pienso que los chinos son la raza más insultante del momento xD

Escrito por Kibil Nâla a las 2:46 PM | Comentarios (9)